Miteco está pendiente de presentar el anteproyecto de RD de envases y residuos de envases, con el fin de modificar la ley de envases, para regular sus procesos de utilización y asegurar el ciclo cerrado de vida, desde su fabricación, hasta su reacondicionamiento y reutilización, para evitar la generación de residuos.
La transposición de la Directiva (UE) 2018/852 del Parlamento Europeo y del Consejo, por la que se modifica la Directiva 94/62/CE relativa a los envases y residuos de envases, presenta un nuevo marco de ejecución, bajo la necesidad de hacer algunos cambios, bajo la necesidad de separar los procesos de preparación, para la reutilización y reciclado de envases, en el ámbito industrial y comercial.
En el punto 4, del preámbulo del RD 2018/852, se indica que es necesario que, los estados miembros, adopten las medidas oportunas, para fomentar un aumento de la proporción de envases reutilizables comercializados y la reutilización de los envases, tanto en el ámbito industrial, como en el comercial.
Como sabemos, el uso y gestión de envases y residuos de envases reacondicionados, cada vez está más generalizado, en el ámbito industrial y que, cada vez son más las empresas, que se comprometen a llevar a cabo actividades más sostenibles, para cuidar de nuestro planeta.
Además, en el mercado de envases a nivel industrial, hay envases que por su tipología y durabilidad , no son objeto de acabar en vertederos, pues, habitualmente se reacondicionan para reutilizarse y se pueden volver a poner en el mercado. Estos envases son:
IBC / GRG de 1000 litros y 600 litros.
Bidones metálicos de 200-220 litros.
Bidones de plástico HDPE de 60l-120l-150l-200l-220l.
Estos envases, en el peor de los casos, si no se pueden reutilizar se reciclan su materia prima, pero no acaban en vertederos. Estos envases mayoritariamente se gestionan con códigos Ler 15 01 10*, 15 01 02 y 15 01 04.
Muy importante, hacer hincapié en la diferencia de reacondicionar para reutilizar, con el de reciclar para fabricar. Ambos caminos, para la sostenibilidad, son correctos.
El primero, otorga más ciclos de vida a los mismos envases, mediante el reacondicionamiento adecuado, para su reutilización, sin necesidad de producir nuevos envases y evitando generar más residuos industriales.
Por otro lado, la segunda opción, es la alternativa para aquellos envases que ya no pueden ser reutilizados y, como solución final a los mismos, aprovechar su materia prima para la fabricación de nuevos envases. Este camino, es preferible, cuando el envase, realmente, ya no se pueda reacondicionar, para reutilizar.
Medidas necesarias para mejorar la reutilización de envases industriales
Desde Ecobidon, consideramos que, para mejorar la reutilización de los envases industriales, las medidas que se deben de tomar deben estar encaminadas a:
- Ayudar a las empresas que realizan las operaciones de preparación para la reutilización. Nos vemos obligados a realizar inversiones en equipos muy costosas como mejoras en la depuración de aguas industriales o ampliación de espacio para seleccionar previamente y separar antes de hacer el proceso de recuperación.
- Considerar a las empresas, gestores finales de envases vacíos, que nos dedicamos a la preparación para la reutilización de envases como empresas esenciales en la economía circular, priorizando las ayudas estatales y autonómicas.
- Incentivos económicos a las empresas que reutilicen los envases.
- Establecer objetivos separados de reutilización y reciclado de envases industriales. Las empresas que nos dedicamos a la preparación para reutilización de envases industriales, conocemos los porcentajes de reutilización y reciclado de los envases que entran en nuestras plantas, ya que nuestro proceso principal de negocio es el aprovechamiento de los envases que, para nosotros, es nuestra materia prima.
- Obligar a los productores de los envases vacíos a vaciar correctamente los envases, ya que el principal problema que nos encontramos las empresas a la hora de reutilizar los envases es el residuo que contienen.
- Dotar de infraestructuras necesarias a las empresas que reciclan, ayudando a ampliar sus instalaciones. De este modo, facilitan a las empresas a realizar un mejor clasificado, ya que el reciclado de alta calidad, precisa de instalaciones adecuadas para ello.
José Sanchez Malo, director ejecutivo de Ecobidon, nos cuenta su punto de vista, ante la publicación del anteproyecto de Ley, que está a punto de publicarse. Nos da respuesta a varias cuestiones muy importantes a tener en cuenta, ante este acontecimiento.
P – ¿Cuál es el papel, en la Industria, de los GRGs/IBCs, bidones metálicos y bidones de plástico y cuáles podrían ser las mejoras en su gestión?
R – Estos envases mayoritariamente se dan en la industria y además si no se pueden reutilizar se reciclan, sólo como último recurso. Estos envases mayoritariamente se gestionan con códigos Ler 15 01 10*, 15 01 02 y 15 01 04.
Mi opinión es que actualmente se utiliza en muchas ocasiones la disposición adicional 1ª para este tipo de envases que como tienen un valor se reutilizan. Por tanto, el sistema de gestión que se utilice no incide prácticamente sobre el uso final que se realiza.
El problema fundamental de la disposición adicional primera es que cuando se genera un Documento de traslado de residuo de un envase sujeto a la disposición adicional primera, los kilos del envase vacío figuran como kg de residuo, sin embargo, en los SDDR solo es residuo aquel que ya no se reutiliza y entonces se recicla su materia prima. Pero en los dos sistemas los envases se reutilizan independientemente de si en el primero todos los kg que se trasladan son residuo y en el segundo solo los que se reciclan.
En la disposición adicional primera, el productor del envase vacío no es el mismo sujeto que luego utiliza el envase recuperado y en el SDDR sí que lo es, pero en ambos se reutilizan.
Por tanto, creo que más que eliminar completamente la disposición adicional primera lo que se tendría que acometer es un cambio en la forma que se informa los resultados de la actividad de reutilización y reciclaje de envases vacíos en los gestores de envases vacíos que nos dedicamos a ello. Los envases industriales ya se reutilizan o reciclan mayoritariamente.
Ecobidon genera unos certificados a sus clientes que retira envases vacíos, separando los kg de envases que se han reutilizado y los kg de envase que se han reciclado su materia prima.
A diferencia de los SIG (sistemas integrados de gestión), los gestores de envases vacíos conocemos los resultados de nuestros procesos y entonces sabemos perfectamente por cliente cuáles son sus resultados.
Por supuesto el Sistema SDDR es un sistema que a las personas que, por su tipología de negocio, les pudiera interesar es muy beneficioso, pero no todas las empresas que generan envases vacíos se pueden acoger a SDDR y entonces tiene que seguir funcionando la disposición adicional primera.
Todo lo que expongo aquí sólo se aplica para envases vacíos industriales de tipo IBC, bidones metálico y bidones de plástico en volúmenes a partir de 30 litros y hasta 200 litros, los Sistemas SCRAP son una mejora muy grande para envases que no tienen el valor de los industriales, pero para envases industriales creo que empeoraría las condiciones en que se reutilizan los envases. Los SCRAP pueden ser muy útiles para los envases comerciales y los envases de uso agrícola que son pequeños formatos, pero en el caso de los IBC / GRG, bidones metálicos y de plástico de 200 l no va a significar un aumento en los porcentajes de recuperación de los mismos porque ya se están reutilizando y reciclando
P – En consonancia con la jerarquía de residuos establecida en el artículo 4 de la P – Directiva 2008/98/CE ¿Qué otras medidas consideran necesarias para impulsar la prevención de los residuos de envases con el objeto de reducir la cantidad de residuos generada y sus efectos en el medio ambiente?
R – De nuevo es muy importante separar las diferentes actuaciones según se trate de envases industriales o comerciales.
En el ámbito industrial, sería muy importante establecer por ley que se perseguirá el correcto vaciado de los envases que se van a reutilizar o reciclar, incluso estableciendo que el gestor tiene la obligación de repercutir el coste de la gestión del residuo del interior del envase y el productor la obligación de pagar el coste. El contenido de residuos en los envases, que se quieren reutilizar o reciclar, es inversamente proporcional a su porcentaje de reutilización o reciclabilidad. De tal manera que, a mayor residuo que contiene, peores resultados se obtienen.
En la actualidad, en el ámbito industrial funcionan muchos sistemas de depósito devolución y retorno de envases, pero eso no quiere decir que sea el único sistema que está generando un menor uso de envases nuevos.
En el ámbito industrial, la disposición adicional primera de la Ley 11/1997 funciona porque lo que hace que se reutilicen los envases no es el sistema en que esté adscrito sino las características de los envases. Los envases industriales mayoritariamente se diseñan para ser reutilizados, entonces el poseedor final del envase vacío puede deshacerse de él cobrando por el envase o muchas veces a coste cero, siempre con empresas que tienen autorizaciones.
Por tanto, desde un punto de vista económico, aunque no se esté adscrito a un SDDR es interesante hacer una correcta gestión y por tanto hoy en día se hace. Por tanto, creo que eliminar totalmente la disposición adicional primera sería un error en el caso de los envases de ámbito industrial (IBC, bidón metálico, bidón de plástico).
Por otra parte, si se crean los SCRAP sin ayudar a las empresas gestoras de residuos y a las que preparan los envases para su reutilización, lo que se está haciendo es dar mayor poder de negociación a los SCRAP. Esto hace que desde un punto de vista económico no se trasladen todos los costes a los SCRAP.
P – ¿Considera procedente diferenciar las obligaciones de los sistemas de responsabilidad ampliada del productor para los envases industriales, respecto de los comerciales? Y en su caso ¿en qué medida?
R – Sí, es totalmente necesario diferenciar las obligaciones de los sistemas de responsabilidad ampliada del productor para envases industriales, respecto de los comerciales. En los puntos anteriores he detallado las diferencias.
Desde Ecobidon, apoyamos cualquier iniciativa para mejorar el funcionamiento de los envases y residuos de envases industriales, con un claro objetivo de reciclar, para reutilizar y cuidar, entre todos, del medioambiente.
El nuevo anteproyecto es necesario para dar un impulso al reciclado y reacondicionamiento de bidones y GRGs. Desde nuestra organización, como empresa responsable en la gestión de envases industriales, consideramos que, deben estar presentes las siguientes medidas mínimas en los envases:
1- Obligar a los mismos requisitos de control, autorizaciones, medioambiental, seguros etc. a los gestores finales de envases vacíos y a los que solo son lavadores de envases. Si una empresa se dedica a lavar envases de tipo industrial debe ser gestor autorizado de envases con numero de autorización ambiental para ser gestor final.
Somos muy pocas empresas las que realmente realizamos la recuperación del envase para su reutilización. Los SCRAP deberían sólo contratar la gestión de los envases vacíos, de tipo industrial, con empresas que realmente hacen los tratamientos de recuperación y reutilización. Es decir que el canal desde el SCRAP fuera directo a la empresa que hace el tratamiento de recuperación del envase.
No sería optimo que los SCRAP contrataran con las grandes empresas de gestión de residuos y que a su vez éstas contrataran con los gestores finales porque estos ocasionarían una pérdida de competitividad en el sector.
2- Obligatoriedad de no eliminar etiquetas de riesgos y peligros en el envase industrial, para así conocer los riesgos a la hora de recuperar el envase. La obligatoriedad hoy en día existe, pero además habría que comprobar mediante órganos de inspección.
3- Obligatoriedad de vaciar totalmente de líquido el envase industrial. En los casos que debido a la producción del cliente o del envase o del mismo producto no se pudiera realizar un correcto vaciado, entonces que por ley asumiera un coste el productor del envase vacío.
No es lo mismo, por ejemplo, gestionar 1000 litros de un producto separado en un IBC que 1000 litros de producto que viene en un camión con 52 IBC, a razón de 20 litros por IBC. El coste de gestionar esa pequeña cantidad en cada uno de los 52 IBC implica un mayor coste de vaciado, gestión, mano de obra etc. que debe ser repercutido siempre al producto.
Además, el coste por ley debería ser muy superior al coste normal de gestionar ese producto para que tuviera una función disuasoria en las empresas y pusieran medios humanos y equipos de vaciado.
4- Obligatoriedad de Informar separadamente a los productores de envases o al SCRAP de los envases que después del proceso en el gestor de envases vacíos se han reutilizado y cuales se han reciclado su materia prima.
5.-Cambios en SDDR Permitir que el envasador ceda al gestor la potestad de convertir en residuo un envase reutilizable que se encuentra dentro de un SDDR en sus instalaciones, previa comunicación y autorización.
Incluir en el flujo del SDDR a los gestores de manera que puedan recogerlos de las instalaciones del poseedor final para su lavado y envío al envasador sin necesidad de transportar como residuo.
Son pequeñas acciones que supone un gran cambio para el funcionamiento de la Industria y el cuidado de nuestro planeta. La responsabilidad con los envases y, en nuestro caso, con los GRGs/IBCs, bidones de plástico y bidones metálicos, es esencial para llevar a cabo prácticas más sostenibles en nuestro planeta.
Mientras tanto, seguiremos atentos ante la presentación del nuevo anteproyecto de Ley, por parte de Miteco, con la esperanza de mejorar, siempre, la situación industrial, con la finalidad de cuidar de nuestro planeta.