1 Abr 2014

El REACH.- ¿Estamos preparados?

La Industria Química, que en la Comunidad Valenciana, factura más de 3.500 millones de Euros y genera más de 13.000 empleos directos estará obligada a Registrar todas las sustancias fabricadas e importadas en la Unión Europea.

El Reglamento REACH nº 1.907 / 2.006 del Parlamento Europeo y del Consejo del mismo, fue aprobado el 18-12-2006 y entró en vigor el 1 de Junio del 2.007, teniendo como principal objetivo el garantizar el máximo nivel de protección de la salud y el medio ambiente.

REACH es el acrónimo de Registro Evaluación y Autorización de Sustancias y Preparados Químicos (Registration, Evaluation, Authorisation and restriction of CHemicals). A éstas tres fases se le añade el de Restricción y con estos conceptos ya se puede limitar el uso, producción o comercialización de una sustancia. El Reglamento se basa en el principio de que corresponde a los fabricantes importadores y usuarios intermedios garantizar que solo fabrican importan o comercializan sustancias que no afecten negativamente a la salud humana y el medio ambiente.-

Tal y como establece el Reglamento “Los Estados miembros crearán servicios necesarios de asistencia técnica a fin de proporcionar asesoramiento a los Fabricante, Importadores y Usuarios intermedios sobre las responsabilidades y obligaciones que se derivan de cada uno de ellos en el presente Reglamento”

El pasado 2 de junio de 2.008 La Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), y las Federaciones Sindicales de la Industria CCOO, y UGT, integrantes del Observatorio del Convenio General de la Industria Química, firmaron una posición común por la que se comprometen, en representación de los trabajadores y la empresas del sector químico a colaborar en el buen desarrollo del Reglamento Reach.

Dada la importante contribución y presencia de la química en la industria el Reach tiene un alcance mayor que la propia industria química ya que afecta a todos sus clientes, a sus proveedores y, en definitiva a toda la cadena de valor. Su entrada en vigor supone un cambio estratégico de gran calado para la industria, y sin duda tendrá un impacto de mayor o menor grado en la competitividad de las empresas del sector químico y de sectores de usuarios.

Se calcula que 10.000 empresas deberán adaptarse a la normativa, pertenecientes tanto al sector químico como a importantes sectores como el alimentario, el textil, la construcción, el metal, la automoción y otros sectores usuarios de sustancias químicas.

Diversos estudios han calculado que la nueva norma puede incrementar los costes de producción de una sustancia entre el 6 y el 20 % un considerable impacto que en muchos casos y en función del margen de rentabilidad de cada una de ellas puede determinar que las Empresas eliminen sustancias de su fabricación.

El objetivo de la posición común que firmaron los agentes sociales y económicos representantes de la industria química española es velar para que la adaptación de las empresas al Reglamento se desarrolle cumpliendo los objetivos que lo impulsaron: mejorar la protección de la salud y el medio ambiente. Esta unión refleja el compromiso de sindicatos y empresarios, además de exponer las medidas necesarias para lograr una aplicación óptima del REACH, reduciendo los riesgos de la posible pérdida de competitividad.

Pero la potenciación de actuaciones se hace más necesarias si cabe cuando la legislación va encaminada al control y prevención de la contaminación.

Los compromisos voluntarios del sector en sus distintas áreas han demostrado ser un importante motor para anticiparse a los requerimientos ambientales, permitiendo mantener su competitividad.

Con los residuos industriales el conjunto de las empresas que están adheridas al Compromiso de Progreso® han conseguido una reducción entre 1.993 y 2.005 del 24% por tonelada producida. En cuanto a los clasificados como peligrosos, teniendo en cuenta las modificaciones a la baja de las listas europeas, se ha obtenido una reducción del 22% durante el mismo período. El reciclado se ha convertido en una de las herramientas esenciales para reducir el volumen de residuos. Con respecto a los residuos de envases, en el que brilla como estrella la normativa voluntaria del Sistema Depósito Devolución y Retorno SDDR, por el que los envases pueden ser utilizados una y otra vez hasta su conversión definitiva en residuo, se han hecho grandes avances. Así en el período de 2.000-2.004, el reciclado de envases plásticos se ha incrementado en un 40% llegando hasta las 284.000 toneladas, y en el del total de recuperación de plásticos se ha hecho en un 53%, llegando a las 411.000 TM.

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